sábado, 25 de mayo de 2013

PRAGMÁTICA I. TEORÍAS SOBRE EL HUMOR

El mensaje humorístico no sólo a causa de los elementos lingüísticos del mensaje y de las transgresiones del código cobra sentido, sino que también es importante su contexto comunicativo.

Tengo que señalar, que este humilde y básico análisis pragmático que me dispongo a hacer, en ésta y alguna entrada más, ha sido inspirado en gran parte por el estudio de María Ángeles Torres Sánchez, Estudio pragmático del humor verbal. Muchas ideas de su contenido y clasificación las he tomado de ahí. No obstante, he intentado realizar un análisis propio, desde el nivel que me es posible, el mío vamos, para poder insertar reflexiones, ejemplos e ideas de mi cosecha. (Gracias por no haberlo dudado).

Lo primero que debemos hacer es una revisión breve de las teorías más significativas acerca del humor, para poder, más tarde aplicar criterios pragmáticos. Cualquier estudio del humor, lingüístico incluido, hace referencia, por lo menos, a alguna de estas teorías.

Las teorías filosóficas sobre el humor se suelen dividir en tres clasificaciones: teorías de la superioridad, de la descarga y de la incongruencia.




TEORÍAS DE LA SUPERIORIDAD.

El otro día le pregunté a mi novio, que qué causa consideraba él, generadora primera del humor, ya que estaba de acuerdo conmigo en que era una característica prelingüística. Me dijo que el tipo de estímulos que recibimos en el cerebro cuando observamos a alguien resbalar con una cáscara de plátano o tropezar y nos produce risa sin tener en cuenta el daño que le ha podido causar al sujeto en cuestión, era el motor que generaba el humor.

Pues básicamente ésto defienden las teorías de la superioridad. Manifestación del sentimiento de superioridad del hombre hacia el hombre, e incluso hacia uno mismo en un momento determinado (suspiren, si saber que podemos aplicarnos la crueldad también a nosotros mismos y no sólo a los demás les hace sentirse un poco menos hienas).
Tal concepción del humor nos recuerda a las teorías de Platón y Aristóteles que ya comenté brevemente en la entrada del humor en el mundo clásico.

Henri Bergson, en líneas generales, consideraba que nos produce risa aquello que se nos presenta como caricatura o deformación de nosotros mismos. Además, creía que siempre tiene un carácter social, siempre busca ser compartida. Que siempre buscamos un cómplice real o imaginario (yo estaba en desacuerdo hasta que leí lo de imaginario). El humor se encarga de plasmar, según él, la realidad que nos resulta censurable, aunque no se dictan normas de como debería ser. Se trata de “un juego subordinado, como todos los juegos, a un convenio previamente aceptado”.
Distinguía entre dos tipos de comicidad: la del lenguaje en sí mismo, y la de las ideas expresadas a través del lenguaje. Es decir, por una parte la manifestación lingüística del juego con el lenguaje, y por otra, el proceso comunicativo intencionalmente humorístico.



También Baudelaire, se incluye en esta línea teórica. Consideraba que la risa conseguía librarnos de una situación espiritualmente tensa.
Distinguía entre la risa como fuente de una imitación hábil de la realidad, (caracterizada por su simplicidad, su costumbrismo, su intención satírica como expresión de superioridad del hombre sobre el hombre), y la risa cuyo origen es lo grotesco como facultad imitadora de elementos de la naturaleza (apoyada en mecanismos más profundos, que dan cuenta del sentimiento de superioridad el hombre sobre la naturaleza). Lo primero sería “lo cómico significativo” y lo segundo “lo cómico absoluto”.




TEORÍAS DE LA DESCARGA.

Estas teorías interpretan el humor como efecto de una descarga de exceso de energía física.

Freud distingue tres manifestaciones del humor en función del tipo de energía descargada: el chiste, lo cómico y el humor.
El elemento común es la energía acumulada a causa de la represión sexual (¿alguien lo dudaba?) que digo yo... y si estuviéramos liberados sexualmente....¿nunca gastaríamos bromas? Viva la sexualidad solemne.
Según él, en el chiste el hombre expresa abiertamente aspectos de la realidad ante los que suele mostrarse inhibido (represión acumulada).
En lo cómico, la energía acumulada que ha de soltar, no es la de la represión, es la del pensamiento. La hemos acumulado para llevar a cabo un proceso, y más tarde resulta innecesaria.
Y en el humor, concepto que entiende como más amplio del humorismo, ahorramos energía de carácter emotivo. La persona se prepara para sufrir sentimientos negativos y tal situación no se presenta. La energía acumulada se descarga a través de la risa del humor.
Un tipo complejo, este Freud.

 


TEORÍAS DE LA INCONGRUENCIA.

Defienden que todo humor se basa en el descubrimiento de una realidad o un pensamiento que resulta incongruente con lo que se esperaba.

 Kant define la incongruencia como “el contraste entre lo descubierto y lo que se esperaba; la risa surge de una expectativa tensa que de repente queda reducida a nada”.

Para Schopenhauer, la risa se presenta como una manifestación de un desequilibrio, de una alteración. Considero que sus tratados sobre humor son sublimes, y como este es mi blog, me tomo la licencia de recomendarlos por encima de otros, porque además me parece muy divertida su manera de argumentar, en general.

La causa de lo risible está siempre en la subsunción o inclusión paradójica, y por tanto inesperada, de una cosa en un concepto que no le corresponde, y la risa indica que de repente se advierte la incongruencia entre dicho concepto y la cosa pensada, es decir, entre la abstracción y la intuición”.

Desde el punto de vista pragmático pues, el mensaje humorístico entra en contacto con el conjunto de supuestos contextuales del interlocutor. Ésto le obliga a inferir una intención lúdica en el hablante, persiguiendo una pertinencia óptima de tal mensaje. La incongruencia inicial, se interpreta entonces de manera adecuada y es la base de la hilaridad. Descubre la intención lúdica del hablante y responde con la risa.

Distingue también entre dos tipos de humor verbal, que son la agudeza y el absurdo. También hace un paralelismo entre la comunicación con intención irónica y la emisión lúdica con intención humorística.



El español Núñez Ramos, considera el humor como una actitud ante la vida y más o menos un instinto para no perder la cabeza. Yo, esta teoría la comparto.
Dice que la verdadera tragedia y la verdadera comicidad son casos límite, sin posible respuesta con sentido, y el humorismo otorga sentido a lo que no lo tiene. Como surge vinculado a un sujeto no es una situación objetiva y nunca se manifiesta totalmente de manera directa y conceptual, sino que es preciso deducirla de sus actos o palabras. El humor, pues, según María Ángeles Torres Sánchez: “ no utiliza la dimensión referencial de los signos, sino su dimensión expresiva y sintomática”.


De todas estas ramas, la de la incongruencia es la que, para mí, presenta menos problemas para tomarla como base en el estudio pragmático del humor. Aunque considero que, lo más acertado para una visión global, es tenerlas todas en cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario