lunes, 27 de mayo de 2013

IRONÍA, SARCASMO Y HUMOR NEGRO.



IRONÍA


La ironía consiste en dar a entender lo contrario de lo que se piensa. La palabra proviene del griego εἰρωνεία , que quiere decir disimulo o ignorancia fingida.

Para algunos, es la forma más refinada de humor, ya que presupone un ingenio en el interlocutor, que debe de inferir el sentido implícito del mensaje. La falta de perspicacia, esconderá el resultado real al mal entendedor.

Además, es un buen recurso, para decir cosas prohibidas, molestar o protestar evitando un castigo. Pero en estos contextos es todo un arte.

Algunas clases de ironía son:

-Antífrasis: dar a algo un nombre que indique cualidades contrarias. (Inteligente a un estúpido).

-Asteísmo: fingir que se vitupera para alabar. (“Es un ignorante” para referirse a un erudito).

-Carientismo: usar expresiones que parecen verdaderas o serias para burlarse. (“¡Qué buena idea!” para señalar una ocurrencia poco acertada).

-Clenasmo: atribuir a otro las buenas cualidades que nos convienen y a uno mismo sus malas cualidades. (“Como tú eres tan puntual y yo nunca llego a mi hora...”).

-Diasirmo: humillar la vanidad de otro, recordándole cosas que deben avergonzarle. (“¿Qué se puede esperar de alguien que siempre le recuerda a los demás cosas que deben avergonzarles?”).

-Mímesis: imitar a alguien a quien se quiere ridiculizar.

-Meiosis: rebajar la importancia de algo que en realidad la tiene. (“Si no pasa nada porque no me devuelvas ese dinero, solamente eran todos mis ahorros...”).


-Auxesis: lo contrario de meiosis, atribuir desmesurada importancia a algo trivial. (“¡Qué contrariedad! ¡Qué desazón! Has perdido un mechero”).


SARCASMO

Aunque es un tipo de ironía, se ha dicho del sarcasmo que es la forma más baja del humor pero la más alta expresión del ingenio. Básicamente, la burla es tal, que es dolorosa, cruel e insultante. Vamos, absolutamente sincera.

Su origen etimológico, lo encontramos en el latín sarcasmus, que a su vez lo toma del griego. El significado literal sería “mordedura de labios”.

El matiz para diferenciar ironía de sarcasmo es altamente subjetivo, o ésto pienso yo.

John Haiman declara en su libro “Talk is cheap: Sarcasm, Alienation and the evolution of language”:
Cualquiera que sean nuestros objetivos sociales o psicológicos siendo sarcásticos, desde un punto de vista puramente gramático o lingüístico, estamos haciendo dos cosas a la vez: estamos comunicando un supuesto mensaje, pero a la vez lo estamos enmascarando con un comentario (…) que dice algo como no me refiero a ésto: en realidad, quiero decir exactamente lo contrario”.

El sarcasmo puede contribuir a aumentar la percepción de una crítica, a llevarla al terreno humorístico para rebajar la percepción de amenaza y agresividad.

No es raro que vaya acompañado de gestos faciales, entonaciones o el conocimiento del emisor que nos transmite el mensaje. Son pistas para identificarlo correctamente.



EL HUMOR NEGRO

Lo reconozco; es una de mis debilidades, me apasiona esta capacidad humana que encuentra motivos para reírse en el entierro de su propia madre. Llamadme frívola pero me parece la solución, el equilibrio necesario para afrontar la realidad, tan llena de emociones viscerales y de contratiempos incomprensibles.

Este tipo de humor se aplica a situaciones que nos causarían terror, compasión y otro tipo de emociones indigestas.

La muerte es el tema del humor negro por antonomasia. Como la mayoría de la gente sabe Groucho Marx mandó escribir sobre su tumba “Perdonen que no me levante”, y si mañana la alquimia revelara el secreto de la vida eterna yo no encontraría rasgos de mayor genialidad en ello.

Lo políticamente incorrecto habita en el humor negro, está muy relacionado con la moral y aparte de la muerte los grandes temas dependen de la sociedad, pero algunos de los grandes universales son las normas sociales, el asesinato, las enfermedades, la sexualidad, el suicidio, la pobreza, el racismo, la drogadicción, las violaciones, la religión, etc.

Como no puedo emplear mi vida entera citando a grandes maestros del humor negro, tendré que elegir sólo algunos.

El diccionario del diablo de Ambrose Bierce, es para mí una gran biblia del humor negro. No apto para enemigos de la subversión y la provocación.
Algunos ejemplos son:
Abstemio, s. Persona de carácter débil que cede a la tentación de negarse a un placer. Abstemio total es el que se abstiene de todo, menos de la abstención; en especial se abstiene de no meterse en los asuntos ajenos.

Aburrido, adj. Dícese del que habla cuando uno quiere que escuche.

Aforismo,s. Sabiduría predigerida.

Ancianidad, s. Época de la vida en la que transigimos con los vicios que aún amamos, repudiando los que ya no tenemos la destreza de practicar.

Anormal, s. Que no responde a la norma. En cuestiones de pensamiento y conducta ser independiente es ser anormal y ser anormal es ser detestado. En consecuencia, el autor aconseja parecerse más al Hombre Medio que a uno mismo. Quien lo consiga obtendrá la paz, la perspectiva de la muerte y la esperanza del Infierno.

Autoestima, s. Evaluación errónea.

Boda, s. Ceremonia por la que dos personas se proponen convertirse en una, uuna se propone convertirse en nada y nada se propone volverse soportable.

Cleptómano, s. Ladrón rico.

Crítico, s. Persona que se jacta de lo difícil que es complacerlo porque nadie pretende complacerlo.

Egoísta, s. Persona de mal gusto que se interesa más en sí mismo que en mí.

Optimismo, s. Doctrina o creencia de que todo es hermoso, inclusive lo feo; todo es bueno, especialmente lo malo; y todo está bien dentro de lo que está mal. Es sostenida con tenacidad por los más acostumbrados a una suerte adversa. La forma más aceptable de exponerla es con una mueca que simula una sonrisa. Siendo una fe ciega, no permite la luz de la refutación. Enfermedad intelectual, no cede a ningún tratamiento, salvo la muerte. Es hereditaria pero afortunadamente no es contagiosa.


 

Realmente valerse de la palabra y el humor para ser combativo es algo corriente (entre los que combaten contra algo y son partidarios de ello, claro). John Chleese, componente de los Monty Phyton, afirmaba que el buen humor de verdad debía dejarnos cierto mal gusto en la boca, debía hacernos pensar. Y qué peor gusto que el humor que ataca directamente a los valores inamovibles e incuestionables, que quizás no funcionan.

Cuando al tirano se le puede llamar tirano, el humor deja de ser necesario” (Cándido).

Os invito a ver un monólogo del cómico americano, Bill Hicks, maestro de la irreverencia, la molestia y la palabra.





Y si os sentís pequeños e inseguros, bromead sobre ello. Nunca olvidéis que no sois tan importantes.










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