Pues
si los juegos de manos
dicen
que son de villanos,
¿qué
serán los calambures,
los
palíndromos y albures?
¿Serán
juegos de tahúres?
Oil
Imenod
En
un nivel morfológico, encontramos el calambur: un juego de
palabras que consiste en modificar el significado de una palabra o
frase agrupando sus sílabas de una manera diferente, basándose en
la homonimia, la paronimia o la polisemia.
Una
teoría sobre el origen del término cuenta que el escritor Georges
de Bièvre hizo famoso este
artificio al frecuentar su uso parodiando los continuos equívocos
del conde Kalemburg,
conde de Westfalia, que desataban toda clase de malentendidos en la
corte de Luis XVI, debido
a su pésimo francés.
Sin
embargo, hay otras teorías sobre la etimología; que el termino
viene del árabe kalembusu
(palabra
equívoca), del italiano calamo
burlare (burlar
con la pluma), o del francés calembour,
que
a su vez vendría del alemán Kahlenberg,
que
es el nombre de un pueblo que tuvo un párroco, que lo usaba sin
parar.
En
la literatura española, son conocidos los calambures de Francisco
de Quevedo, el
más célebre y paradigmático dedicado y recitado en persona a la
reina Doña Isabel
de Borbón, mujer
acomplejada por su cojera. Con un ramo de flores a cada mano,
claveles y rosas, se presentó en la plaza donde ella se encontraba y
reverenciándose ante ella le dijo: “Entre
el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja”. Creo
que no hace falta que descifre la mofa. ¡Y que gran don, oye, el de
poder construir mofas irreprochables para dedicarlas, con una gran
sonrisa en la boca a alguien a quien por una extraña razón se le ha
concedido el derecho de la pleitesía permanente!
Tampoco
Luis de Góngora
ignoró
este juego y escribió:
Cruzados
hacen cruzados
escudos
pintan escudos
y
tahúres muy desnudos
con
dados ganan condados
ducados
ganan ducados
y
coronas Majestad
¡Verdad!
Aquí
tenemos, por ejemplo estás definiciones calamburescas de Les
Luthiers:
Inestable:
Mesa norteamericana de Inés.
Ondeando:
Donde estoy.
Camarón:
Aparato enorme que saca fotos.
Decimal:
Pronunciar algo mal (dije mal).
Becerro:
Que ve u observa una loma o colina.
Esmaltes:
Ni lunes ni miélcoles.
Bermudas:
Observar a las que no hablan.
Telepatía:
Aparato de TV para la hermana de mi mamá.
Telón:
Tela de 50 metros...o más.
Berro:
Bastor alebán.
Polinesia:
Mujer policía que no se entera de nada.
Chinchilla:
Auchenchia de un lugar
para chentarche.
Diademas:
29 de febrero.
Dilemas:
Háblale más.
Manifiesta:
Juerga de cacahuetes.
Meollo:
Me escucho.
Atiborrarte:
Desaparecerte.
Cacareo:
Excremento del preso.
Cachivache:
Pequeño hoyo en el pavimento que está a punto de convertirse en
vache.
Endoscopio: Me preparo
para todos los exámenes excepto para dos.
Nitrato: Ni lo intento.
Nuevamente: Cerebro sin
usar.
Talento: No ta
rápido.
Sorprendida: Monja en
llamas.
Podemos encontrar
calambures, si los buscamos, o si ciertos discursos nos mandan al
tedio.
El dulce lamentar de
dos pastores / El dulce lamen tarde dos pastores. (Garcilaso de la
Vega)
Ayuntamiento / Hay
untamiento. (Sagrado Sistema)
Clamé al cielo y no me
oyó / Clamé al cielo y no meo yo. (Don Juan Tenorio)
Útiles de jardinero/
Útil es dejar dinero. (Proverbio impopular)
Y con los calambures,
evidentemente, podemos hacer infinitos chistes.
En una peluquería:
Son las 17.01. En la
puerta hay un cartel que dice : Horario de 10 a 17 horas. Y llega una
señora corriendo con malos pelos y se encuentra la puerta cerrada.
¿Cómo se llama la
película?
¡Ah,
te rizas como puedas!
(Aterriza como puedas)
Y sin más, añadiré
calambures a esta entrada y espero que también compartáis los que
se os ocurran.
¡Larga vida al
calambur!
Hoy un compañero me ha contado un chiste que quiero incluir aquí:
¿Qué plato le gustaba mucho a Cervantes?
Las judías con berzas
Confío en vuestra perspicacia.
Hoy un compañero me ha contado un chiste que quiero incluir aquí:
¿Qué plato le gustaba mucho a Cervantes?
Las judías con berzas
Confío en vuestra perspicacia.